«En toda ciencia de la naturaleza que incluya también a los seres vivos, la conciencia debe tener su lugar, porque también pertenece a la rrealidad.
Heisenberg
En la teoría cuántica, la mirada del observador tiene un papel fundamental y algo misterioso. Según el principio de incertidumbre de Heisenberg, no es posible determinar simultáneamente y con precisión absoluta ciertas parejas de propiedades de una partícula, como su posición y su momento (velocidad y dirección). Este principio sugiere que el acto de observar una partícula, como un electrón, afecta su estado.
Además, en experimentos como el de la doble rendija, se ha observado que las partículas pueden comportarse tanto como ondas como partículas, y este comportamiento puede cambiar dependiendo de si hay una observación o medición. Si no se observa, la partícula pasa por ambas rendijas simultáneamente, creando un patrón de interferencia ondulatorio. Pero si se observa, la partícula pasa por una rendija o la otra, como se esperaría de una partícula clásica. .
Este fenómeno es conocido coloquialmente como el efecto actor-observador, donde la mera observación parece cambiar la configuración de onda a partícula de un átomo.
Esto lleva a una interpretación de la realidad cuántica que es en cierto modo subjetiva, ya que la observación misma parece influir en el sistema observado.
En resumen, la teoría cuántica nos dice que la realidad a nivel atómico y subatómico no es fija ni determinada hasta que se realiza una observación o medición, lo que implica que la mirada del observador es una parte integral de la forma en que se manifiestan las propiedades de las partículas.
La aplicación de la teoría cuántica a conceptos psicoanalíticos es un campo de estudio fascinante y complejo. La frase "la mirada constituye al ser" en psicoanálisis puede tener un paralelismo interesante con la teoría cuántica, especialmente cuando consideramos el efecto del observador en la mecánica cuántica.
En la física cuántica, como mencioné anteriormente, la observación afecta el estado de las partículas. Este fenómeno podría interpretarse metafóricamente en psicoanálisis sugiriendo que la percepción y la conciencia de un individuo pueden influir en su realidad o en su ser. Es decir, la forma en que una persona es percibida o se percibe a sí misma puede constituir su identidad y su existencia en un sentido psicológico. Algunos estudios exploran la idea de que la conciencia y la observación podrían estar entrelazadas con la realidad física de una manera que aún no comprendemos completamente.
En el psicoanálisis, la mirada del otro puede ser un factor determinante en la formación de la identidad del sujeto. De manera similar, en la física cuántica, la observación determina el comportamiento de las partículas subatómicas. Por ejemplo, el Principio de incertidumbre de Heisenberg, que es central en la teoría cuántica, puede tener un correlato en la psicología en el sentido de que hay aspectos de la psique humana que son indeterminados hasta que son observados o analizados.
Así, la mirada del terapeuta podría "constituir" o dar forma a aspectos del ser del paciente que antes estaban en un estado de indeterminación. Además, la idea de que el sujeto y el objeto quedan implicados en la observación a escala atómica en la física cuántica, puede tener un paralelo en la relación entre el analista y el analizado en psicoanálisis, donde la presencia y la interpretación del analista afectan la psique del paciente.
En resumen, aunque la física cuántica y el psicoanálisis son disciplinas muy diferentes, la aplicación de conceptos cuánticos al psicoanálisis ofrece una perspectiva novedosa que puede enriquecer nuestra comprensión de la mente y la conciencia. La mirada, ya sea en un contexto físico o psicológico, parece tener un poder constitutivo sobre la realidad que percibimos o experimentamos.
Referencias:
pijamasurf.com
bvipsi.org
experimentofacil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario