La Kabbalah, o mística judía, es una tradición esotérica que busca entender la naturaleza de la divinidad, el universo, el alma humana y su relación con Dios. Uno de los conceptos centrales en la Kabbalah es la idea de que para materializar algo en el mundo físico, es necesario primero tomar conciencia de lo que se desea y luego ejercer acciones para alcanzarlo.
Este proceso implica 3 cuestiones fundamentales: pensamiento, palabra y acción.
La Kabbalah enseña que el pensamiento es la causa y las acciones son el efecto. Esto significa que los pensamientos y las intenciones son el origen de todo lo que ocurre en nuestra vida, y las acciones son la manifestación física de esos pensamientos e intenciones.
La Kabbalah también sugiere que la conciencia es la única realidad. Según esta perspectiva, la realidad física es solo una manifestación de la conciencia. Por lo tanto, al cambiar nuestra conciencia y alinearla con nuestras intenciones y deseos, podemos influir en la realidad material.
Además, la Kabbalah habla sobre la importancia de las palabras, ya que estas transmiten energía y tienen el poder de afectar la realidad más allá de lo físico. Las palabras son la expresión de nuestros pensamientos y pueden ser utilizadas para dirigir nuestra conciencia y acciones hacia la materialización de nuestros deseos.
En resumen, la Kabbalah propone que para materializar algo, debemos:
- Tomar conciencia de nuestros deseos y pensamientos.
- Expresarlos a traves de palabras que reflejen nuestras intenciones
- Actuar de manera coherente con esos pensamientos y palabras para manifestarlos en la realidad.
Este enfoque kabbalístico resalta la conexión entre la mente, el lenguaje y la acción, y cómo estos elementos trabajan juntos para crear nuestra experiencia de la realidad. Es un proceso de co-creación donde la conciencia y la acción juegan roles cruciales en la materialización de nuestros deseos y aspiraciones en el mundo físico.
Fuente: kabbalah.com
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