En la penumbra, donde el silencio se teje habita todo lo que no soy, un laberinto de posibilidades.
Es el otro que me observa, la multitud de rostros que me rodean, las voces que se acercan, se disuelven o se alejan, los sueños ajenos que me abrazan.
Dualidad de luces y sombras qué se entrelazan en la frontera donde comienza y termina mi ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario