sábado, 2 de marzo de 2024

Las letras y la creacion del.mundo.

 Las letras y la creación del mundo.



 Cuando el Santo, bendito sea, quiso crear el mundo, las letras se encontraban ocultas, como durante los dos mil años que precedieron a la Creación. Él las contemplaba y se deleitaba con ellas. Cuando quiso crear el mundo, todas las letras, pero en el orden inverso, se presentaron ante Él. Fue la letra Tav la primera que se presentó. Amo de los mundos —dijo ella—, si fuera tu deseo servirte de mí para llevar a cabo la creación del mundo, ya que yo formo la letra final de la palabra Emet ("verdad"), convendría al Rey comenzar por la letra final de la palabra Emet y servirse de ella para realizar la Creación. El Santo, bendito sea, le respondió: Tú eres en efecto digna, pero no es conveniente que me sirva de ti para realizar la creación del mundo, porque tú estás destinada a aparecer sobre la frente de los hombres fieles que han observado la ley desde la Alef hasta la Tav, pero, por otro lado, estás destinada a ser relacionada con la muerte porque constituyes la letra final de la palabra mavet ("muerte"). Por estas razones no me conviene servirme de ti para realizar la creación del mundo. La letra Tav salió inmediatamente. La letra Shin entró entonces y, después de formular la misma pregunta, defendió el valor de la inicial de la palabra divina Shadai,1 que es una Shin; es conveniente, dijo ella, que se utilice la inicial del nombre sagrado Shadai para llevar a cabo la creación del mundo. Dios le respondió: En efecto, tú eres digna, buena y honesta. Pero los falsarios se servirán de ti para afirmar sus mentiras asociándote a las letras Kof y Resh para formar así la palabra shéquer ("mentira"). De estas palabras resulta que para hacer creer sus mentiras los mentirosos se ven obligados a mezclar también un principio de verdad. Por eso la palabra shéquer ("mentira") es el anagrama de la palabra késher ("nudo"), porque, para hacer creer las mentiras, el mentiroso está obligado a comenzar diciendo una verdad (SH) a la que después agrega una mentira (K y R) a fin de ponerlas en relación.2 Además, aunque tú seas honesta, ¡oh letra Shin!, ya que los tres patriarcas se reunirán en ti,3 no conviene que te utilice para realizar la Creación del mundo, puesto que serás a menudo asociada a las dos letras Kof y Resh que pertenecen al lado del mal. Cuando la letra Shin escuchó estas palabras salió [...] La letra Mem  hizo saber que ella era la inicial de la palabra melej (rey). Es verdad, le respondió Dios, pero yo no me serviré de ti para realizar la creación del mundo, ya que el mundo necesita un rey; permanece entonces en tu lugar junto con las letras que forman la palabra melej, es decir, con la Lamed  y con la Caf, ya que no debe el mundo permanecer sin rey. En ese momento, la letra Caf, profundamente impresionada, descendió del trono glorioso y exclamó: Amo del Universo, si fuera tu deseo servirte de mí para realizar la creación del mundo, ya que yo soy la inicial de la palabra qué expresa tu gloria (cabod: gloria). Cuando la letra Caf abandonó el trono, doscientos mil mundos así como el trono mismo se estremecieron; la sacudida fue tan violenta que amenazó con derrumbar todos los mundos. El Santo, bendito sea, dijo entonces a esta letra: Oh letra Caf, Caf, ¿por qué persistes en quedarte aquí? Regresa a tu lugar porque no me serviré de ti para realizar la Creación, porque tú eres la inicial de la palabra que expresa la exterminación: calá ("exterminio"). Regresa pues a tu trono y permanece ahí. La letra salió y regresó a su lugar [...] La letra Bet  entró en seguida diciendo: Amo del Universo, si fuera tu deseo servirte de mí para realizar la creación del mundo, ya que yo soy la inicial de la palabra que sirve para bendecirte (baruj: bendito sea) en lo alto y en lo bajo. El Santo, bendito sea, le respondió: Es efectivamente de ti de quien me serviré para realizar la creación del mundo y tú serás así la base de la obra de la creación. La letra Alef  permaneció en su lugar sin presentarse ante Él. El Santo, bendito sea, le dijo: Alef, Alef, ¿por qué no te has presentado ante mí al igual que todas las letras? Ella respondió: Amo del Universo, al ver que todas las letras se presentaron ante ti inútilmente, ¿para qué habría yo de presentarme también? Además, como vi que ya habías otorgado a la letra Bet ese don precioso, comprendí que no era posible que el Rey celeste arrebatara un don de tal magnitud a uno de sus servidores para dárselo a otro. El Santo, bendito sea, le respondió: Oh Alef, Alef, no obstante que me serviré de la letra Bet para realizar la creación del mundo, tú tendrás tu compensación, ya que serás la primera de todas las letras y yo no encontraré la unidad sino en ti; tú serás la base de todos los cálculos, de todos los actos que se realicen en el mundo, y no se podrá encontrar la unidad en ninguna parte si no es en la letra Alef. De lo anterior resulta que el Santo, bendito sea, creó las formas de las grandes letras del mundo de abajo. Por eso las dos primeras palabras de la escritura tienen por inicial dos Bet (Bereshit y Barah), y las dos palabras siguientes, dos Alef (Elohim y Et), con el fin de indicar las letras celestes y las letras de este mundo de abajo, que no son en realidad más que las mismas letras con la ayuda de las cuales se realiza todo en el mundo celeste y en el mundo de aquí abajo. [Zohar 1, 2b-3b.]

 El libro del esplendor.

✍️ Caligrafía Michel d'Anastasio

⛲️ Casa del tiempo

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